miércoles, 24 de octubre de 2007

ALGUNAS CITAS DEL MAESTRO ECKHART

Extraídas del libro "El fruto de la nada", ed. de Amador Vega, Siruela.

Sermón sobre el templo vacío
El templo en el que Dios quiere dominar según su voluntad es el alma del hombre… esa es la razón por la que Dios quiere tener el templo vacío, para que ahí dentro no haya nada que no sea él. (35)

Si quieres vaciarte absolutamente de toda mercancía, de forma que Dios te deje estar en el templo, todo lo que hagas en tus obras debes cumplirlo únicamente por el amor de Dios y mantenerte tan vacío de todo como vacía es la nada, que no está ni aquí ni allí. No tienes que pretender absolutamente nada. Si actúas así, tus obras serán espirituales y divinas. 37

Cuando el alma alcanza la luz sin mezcla, entonces penetra en su nonada, tan lejos de su ser creado que no puede regresar de ninguna manera por fuerza propia a su ser creado. Y Dios, a causa de su ser increado, sostiene su nonada y la contiene en su ser. El alma se ha arriesgado a ser anonadada y no puede, por sí misma, retornar a sí misma… (38)

La virginidad del alma

Virgen indica alguien que está vacío de toda imagen extraña, tan vacío como cuando todavía no era. (…) Si estuviera en el ahora presente, libre y vacío, por amor de la voluntad divina, para cumplirla sin interrupción, entonces verdaderamente ninguna imagen se interpondría y yo sería, verdaderamente, virgen como lo era cuando todavía no era. 41

Vivir sin porqué
Aquí el fondo de Dios es mi fondo, y mi fondo es el fondo de Dios … Desde este fondo interior debes hacer todas tus obras, sin porqué… Si alguien se imagina, verdaderamente, que por la interioridad, la devoción y la gracia especial va a recibir más de Dios que junto al hogar o en el establo, entonces no hace algo distinto que si tomara a Dios y le cubriera la cabeza con una manta… Quien busca a Dios sin modo, lo comprende tal como es en sí mismo… 49

Ahora Dios no te pide otra cosa sino que salgas de tu modo de ser creatural y que dejes a Dios ser Dios en ti. 49

Todas las cosas han sido creadas de la nada; por eso su verdadero origen es la nada, y en la medida en que aquella noble voluntad se inclina hacia las criaturas, cae con éstas en su propia nada. 50.

No hay que comprender a Dios ni considerarlo como algo ajeno a mí… Alguna gente simple se imagina que deberían ver a Dios como si estuviera allí y ellos aquí. Pero esto no es así. Dios y yo somos uno. 55.

El anillo del ser
Lo más pequeño que se conoce de Dios, aunque sólo sea una flor, al tener un ser en Dios, es más noble que el mundo entero. Lo más pequeño que en Dios es, en cuanto que es un ser, es mejor que conocer a un ángel… Para Dios nada muere, todas las cosas viven en él. 59

Debes atravesar y superar todas las virtudes y, debes tomar la virtud sólo en aquel fondo en donde es una con la naturaleza divina. 65

La imagen desnuda de Dios

[El hombre] no debe aceptar a Dios por su bondad o su justicia, sino que debe comprenderlo en la sustancia pura y limpia en la que él se comprende a sí mismo en su pureza. Pues la bondad y la justicia son un vestido de Dios que le ocultan. Por eso, aparta de Dios todo cuanto lo reviste y tómalo puro en el vestidor en donde está descubierto y desnudo en sí mismo. Entonces permaneceréis en él. 67

Si el hombre se une a Dios por amor es desnudado de las imágenes y formado y transformado en la uniformidad divina, en la que él es uno con Dios. 69

Los pobres de espíritu

…un hombre pobre es el que nada quiere, nada sabe y nada tiene. 75

Si el hombre quiere ser verdaderamente pobre debe mantenerse tan vacío de su voluntad creada como cuando todavía no era (…) Os digo que mientras queráis cumplir con la voluntad de Dios y tengáis deseo de Dios, no seréis pobres. (…) Por eso rogamos a Dios que nos vacíe de Dios y que alcancemos la verdad y la disfrutemos eternamente, allí donde los ángeles supremos y las moscas y las almas son iguales… 76-77.

El fruto de la nada

Cuando el alma llega a lo uno y allí entra en un rechazo puro de sí misma, encuentra a Dios como en una nada. A un hombre le pareció en un sueño – era un sueño de vigilia – que estaba preñado de la nada, como una mujer lo está de un niño, y en esa nada había nacido Dios; él era el fruto de la nada. Dios había nacido de la nada. (…) Veía a Dios, en quien todas las criaturas son nada,.Veía a todas las criaturas como una nada, pues Dios tiene en sí a todos los seres… La nada era Dios. (91)

Cuando el alma es ciega y no ve nada más, entonces ve a Dios… Un maestro dice: en su pureza más alta, el ojo, en donde no tiene color [en sí mismo], ve todos los colores… A través de lo que no tiene color se ven todos los colores. 93

Otros sermones:
Quien quiera ver a Dios tiene que ser ciego. (97)

El hombre debería estar en su anhelo tan separado de sí mismo que no debería pensar en nadie ni en nada que no fuera deidad en sí misma, ni tan siquiera en la bienaventuranza, ni en esto ni en lo otro, sino en Dios como Dios y la deidad en sí misma… Por eso separa todo añadido de la deidad y tómala desnuda en sí misma. 102

Tratados
Del hombre noble
El sexto grado es cuando el hombre ha sido desnudado de su propia imagen y transfigurado por la eternidad divina, y ha conseguido un olvido totalmente perfecto de la vida perecedera y temporal… Por encima no hay más grados, y allí hay paz eterna y bienaventuranza. (…) Cuando un maestro hace una imagen de madera o piedra, no introduce la imagen en la madera, sino que corta las astillas que han ocultado y recubierto la imagen; no añade nada a la madera, sino que golpea y esculpe la cobertura y saca la escoria y entonces resplandece lo que estaba oculto debajo. Ese es el tesoro que estaba oculto en el campo. (Mateo 13, 44). 118

Del ser separado
El recto ser separado no es otra cosa sino que el espíritu permanezca inmóvil ante todo asalto del cuerpo y del dolor, honor, vergüenza y oprobios, tanto como lo hace una montaña de plomo ante un viento débil. (…) Y debe saber: estar vacío de todas las criaturas es estar lleno de Dios, y estar lleno de todas las criaturas es estar vacío de Dios. 129

Distingue entre el hombre interior y el hombre exterior:

Una puerta se abre y se cierra en un gozne. Ahora yo comparo la plancha exterior de la puerta con el hombre exterior; el gozne, sin embargo, lo tengo por igual al hombre interior. Cuando la puerta se abre y cierra, entonces se mueve la plancha exterior de aquí para allá y, con todo, el gozne permanece inmóvil en su lugar y no por ello cambia. (…) El objeto del puro ser separado no es ni esto ni lo otro. Se halla sobre una pura nada… 132

Si quiero escribir sobre una tablilla de cera, entonces no puede haber nada escrito sobre ella, por muy noble que sea… Si a pesar de todo quiero escribir, entonces debo borrar y vaciar todo lo que está sobre la tabla, y ésta nunca se me presenta tan bien para escribir como cuando no hay absolutamente nada. De forma muy parecida si Dios… debe escribir en mi corazón, entonces debe salir todo de mi corazón. (…) El corazón separado no pide absolutamente nada,… Por eso permanece vacío de todos los rezos, y su oración no es otra cosa que ser uniforme con Dios. 133

Dionisio dice: la carrera no es más que un retorno de todas las criaturas y un unirse en la descreación. Y cuando el alma llega a este punto, entonces pierde su nombre y Dios la atrae hacia sí, de manera que se anonada, así como el sol atrae hacia sí a la aurora para que se aniquile. (…) Pero la paz absoluta no está en ninguna parte excepto en un corazón separado. 134

Del poema: Grano de mostaza

IV
El camino te conduce / a un maravilloso desierto / a lo ancho y largo / sin límite se extiende. / El desierto no tiene / ni lugar ni tiempo, / de su modo tan sólo él sabe. (…)
V
Está aquí y está allí / está lejos y está cerca, / es profundo y es alto, / en tal forma creado / que no es esto ni aquello. //
VI
Es luz, claridad, / es todo tiniebla, / innombrado / ignorado, / liberado del principio y del fin, / yace tranquilo, / desnudo, sin vestido / (…)
VII
Hazte como un niño, / ¡hazte sordo y ciego! / tu propio yo / ha de ser nonada, / ¡atraviesa todo ser y toda nada! / Abandona el lugar, abandona el tiempo / ¡y también la imagen! / Si vas sin camino / por la senda estrecha, / alcanzarás la huella del desierto. /

VIII
¡Oh alma mía, / sal fuera, Dios entra! / Hunde todo mi ser / en la nada de Dios / ¡Húndete en el caudal sin fondo! / Si salgo de ti, / tú vienes a mí, / si yo me pierdo, / a ti te encuentro. / ¡Oh Bien más allá del ser! 141-142

Proverbios y Leyendas
¿Adónde tengo, pues, que ir? Absolutamente a ninguna parte, a no ser a una naturaleza desnuda y vacía: ella me podría enseñar lo que yo le preguntaba con palabras… Toda perfección reside en aceptar sufrir la pobreza, la miseria, el oprobio, las contrariedades y todo aquello que pueda suceder…, de forma voluntaria, jovial y libre, con placer y apaciblemente, sin estremecerse, y así permanecer hasta la muerte sin ningún porqué. 145

En todo lo que hay sobre la tierra y sobre el cielo nada le puede turbar, debe hallarse en tal paz que si el cielo y la tierra se hallarán invertidos, encontraría paz en Dios. 149

Un Avemaría dicha de todo corazón y con desprendimiento tiene más fuerza y bondad que mil salterios dichos de cara a la exterior. 157

domingo, 21 de octubre de 2007

SOBRE VIAJES INTERIORES





SOBRE VIAJES INTERIORES


Apropiación mística del lenguaje náutico

Ya hace mucho tiempo que nociones como las de viaje, trayecto, peregrinación, etc... dejaron de ser exclusivas del ámbito de la física, del simple movimiento de traslación. Muchas cosmogonías y obras filosóficas, poéticas o místicas han presentado el viaje como una suerte de aventura del alma. Nos ocuparemos aquí de una manifestación literaria de estos viajes interiores en las obras de algunos escritores místicos cristianos de los siglos XVI y XVII. En particular, del uso que hacen de la imaginería náutica y de la nueva topografía - los primeros viajes a Américas y Oriente - para ilustrar lo inefable: la experiencia interior como una forma de viaje inmóvil, como el descubrimiento de lugares desconocidos en el alma. La metáfora aparece cuando se describe el estado de extrañamiento de sí en que se encuentra el alma en el momento “oscuro” de la contemplación, en el cual no sirven ya los conceptos o preceptos adquiridos por la educación o la experiencia exterior. Como cuenta la copla de Juan de la Cruz que comienza: “Entréme donde no supe,/ y quedéme no sabiendo/ toda ciencia trascendiendo”. Así cegada, el alma se deja llevar hacia donde Dios quiere encaminarla. Dice el místico carmelita comentando su poema “Noche oscura”:

"Así como el caminante que, para ir a nuevas tierras no sabidas, va por nuevos caminos no sabidos ni experimentados, que camina no guiado por lo que sabía antes... Y claro está que éste no podría venir a nuevas tierras, ni saber más de lo que antes sabía, si no fuera por caminos nuevos nunca sabidos, y dejados lo que sabía."

En el comentario a su Cántico espiritual aparecen esas “ínsulas extrañas”:

"Las ínsulas extrañas están ceñidas con la mar y allende de los mares muy apartadas y ajenas de la comunicación de los hombres; y así, en ellas se crían y nacen cosas muy diferentes de las de por acá, de muy extrañas maneras y virtudes nunca vistas de los hombres.,. Y así, por las grandes y admirables novedades y noticias extrañas alejadas del conocimiento común que el alma ve en Dios, le llama ínsulas extrañas... Dios no solamente es toda la extrañez de las ínsulas nunca vistas, pero también sus vías, consejos y obras son muy extrañas y nuevas y admirables para los hombres."

El alma, desnuda de todo su habitual aparejo sensible y cognoscitivo recorre, con ojos alumbrados por nueva luz, lugares interiores nunca transitados, las “inmensas distancias del alma”, que dirá Miguel de Molinos. De nada le sirve aquí su bagaje anterior, el granero de su saber. Sólo el paso hacia el no-entender, la santa ignorancia, le conducirá al término de su espiritual peregrinaje. Antonio de Rojas, admirador de San Juan de la Cruz, recoge la misma idea y la expresa tomando ya explícitamente la metáfora de los primeros viajes transoceánicos:

"Así sucede con aquellos que se dan a su flaco entender, a su corto discurrir, a su imaginar (que están en las prisiones del sentido) que no le dejan volar a lo alto, como al Águila Real, que la han atado una plancha muy grande de plomo a los pies: decirles que no se paren ahí, que la meditación es medio para ir a Dios, como lo es una nave para ir a Indias..."

Como vemos, los defensores de la vía de la quietud entendían la meditación (la parte racional de la oración) como un mero medio (en la metáfora, una “nave”) para llegar a la contemplación oscura, no-racional, de lo divino (las tierras desconocidas).
Terminemos con otro autor de obras místicas, franciscano del s. XVII, que inserta metáforas de la navegación interior en uno de sus escritos: “Con vivir dentro de ti, navegarás muchos mares sin correr fortuna, entre las bonanzas de los auxilios divinos” o “Es velocísimo navichuelo el alma, y navega a viento en popa, si no lleva terrenos afectos por lastre”:

"Tener las potencias y sentidos tirantes a lo interior... No navega el diestro y experto piloto al arbitrio del viento, antes valiéndose de su fuerza dispone las velas de su bajel hacia los rumbos que encaminan al puerto que desea. No sufras a tus sentidos... y navegarás a las Indias interiores. Si recoges los sentidos, aunque navegues costeando, no tocarás en tierra. Sustenta el mar tanto peso de navíos y navegantes sobre sus espaldas de cristal, porque no anda derramado, sino que tiene sus Océanos recogidos: si rebosa en sus riberas el mar, luego refluctúa observante de la ley y obediente a los términos de la clausura. Paz interior a fuerza de encarcelarse las almas se podrá tener; a fuerza de retirarse a su centro se puede conseguir y conservar en ellas."

Como vemos, el movimiento interior no es posible, según el método del recogimiento místico, sin una extrema quietud corporal y mental. Recoger los sentidos, los pensamientos, los deseos,... son los preparativos necesarios para que zarpe el navío del alma.

Christian Tubau Arjona

DE ESFERAS, BURBUJAS Y ESPUMAS



CITAS Y ANOTACIONES SOBRE ESFEROLOGÍA

ESFERAS I
Burbujas
Microsferología

de Peter Sloterdijk


INTRODUCCIÓN GENERAL

Toda solidaridad es una formación de esferas, una creación de espacio interior.



Mántengase alejado quien no esté dispuesto a elogiar la transferencia y a rebatir la soledad.


No puede rechazarse la presunción de que el mundo nos es dado sólo a través de prejuicios geométricos innatos.

Vivir, formar esferas, y pensar son diferentes expresiones sobre lo mismo.

Allí donde hay vida humana, sea nómada o sedentaria, surgen globos habitados, que en cierto sentido son más redondos que todo lo que puede dibujarse con círculos.

El pensar filosófico es un caso de amor de transferencia al todo.

Transferimos tempranas experiencias espaciales (útero) a lugares nuevos (casas) y movimientos primarios a escenarios lejanos.

Los límites de mi capacidad de transferencia son los límites de mi mundo.